14 de septiembre de 2010

Príncipe pragmático


De aquéllas cosas por las cuales los hombres, especialmente los príncipes, son alabados o censurados.

...porque hay tanta diferencia entre como se vive y como se debería vivir, que aquél que deja lo que se hace por lo que debería hacerse marcha a su ruina en vez de beneficiarse; pues un hombre que en todas partes quiera hacer profesión de bueno es inevitable que se pierda entre tantos que no lo son. Por lo cual es necesario que todo príncipe que quiera mantenerse aprenda a no ser bueno, y a practicarlo o no de acuerdo con la necesidad.
Nicolás Maquiavelo, El Príncipe XV.

5 de septiembre de 2010

La Hermandad

- Habréis oído rumores sobre la existencia de la Hermandad. Supongo que la habréis imaginado a vuestra manera. Seguramente creeréis que se trata de un mundo subterráneo de conspiradores que se reúnen en sótanos, que escriben mensajes sobre los muros y se reconocen unos a otros por señales secretas, palabras misteriosas o movimientos especiales de las manos. Nada de eso. Los miembros de la Hermandad no tienen modo alguno de reconocerse entre ellos y es imposible que ninguno de los miembros llegue a individualizar sino a muy contados de sus afiliados. El propio Goldstein, si cayera en manos de la Policia del Pensamiento, no podría dar una lista completa de afiliados ni información alguna que les sirviera para hacer el servicio. En realidad, no hay tal lista. La Hermandad no puede ser barrida porque no es una organización en el sentido corriente de la palabra. Nada mantiene su cohesión a no ser la idea de que es indestructible.
G. Orwell, 1984

24 de julio de 2010

Espera


Respiración contenida para hacer el silencio, cuando el arma es el sigilo. La mayoría ya no ronda, convencida de que nada se oculta tras el muro. Los más tenaces, muy pocos, aún merodean. Son supervivientes, buscan un oasis en el páramo. Quizá sea un espejismo, pero... ¿acaso importa? Es sin duda sinónimo de esperanza.

Lector paciente, no estás solo.
  

   
espera.
1. f. Acción y efecto de esperar.
3. f. Calma, paciencia, facultad de saberse contener y de no proceder sin reflexión. Tener espera. Ser hombre de espera.
4. f. Puesto para cazar esperando a que la caza acuda espontáneamente o sin ojeo.

12 de mayo de 2010

N. del A.

Estimadas lectoras:

Sigo vivo.
Disculpen las molestias.
Permanezcan en sintonía.

27 de abril de 2010

Meiyo

De nada sirve tratar de engañarse, decidir basándose en las expectativas de terceros es un error. No es posible contentar a todos. Los intereses de unos y otros entrarán en conflicto tarde o temprano. No queda sino emular al gran Alejandro ante el nudo gordiano.

Es probable que el lector ingenuo trate en un principio de encontrar, desesperado, una solución de compromiso, pero eso únicamente decepcionará a las partes. Acéptese entonces que sólo el propio criterio, cuando es consecuente, puede conducir a una conducta coherente. A mantener la cordura. Aunque el resto del mundo no alcance a entender las reglas.

No se trata de contentar al vecino, al amigo o al hermano.
Tampoco de acatar, o aceptar como dogma, la convención social.
Buscar la aprobación del entorno no es honorable.

Meiyo implica ser consecuente, tomar decisiones -aún aquéllas dolorosas- y asumir las consecuencias. Vivir.

Meiyo (Honor)
El auténtico samurai solo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que tomas y cómo las llevas a cabo son un reflejo de quién eres en realidad. No puedes ocultarte de ti mismo.

18 de abril de 2010

Pretexto

pretexto.
(Del lat. praetextus).
1. m. Motivo o causa simulada o aparente que se alega para hacer algo o para excusarse de no haberlo ejecutado.

"Cualquier pretexto es bueno para eximir a la inteligencia de la penosa y comprometida función de juzgar; penosa porque es esfuerzo, y comprometida porque la opinión propia, si es libre y expresa, puede ahuyentar a una clientela, o enojar al patrón, o frustrar la esperanza de un destino de seis mil reales."
¡Todavía el 98! Manuel Azaña
[respecto a las valoraciones literarias]

13 de abril de 2010

iuris "ad hoc"

Asistimos esta semana a uno de los más deprimentes ejemplos de estupidez colectiva que pueden recordarse en los últimos años. Cegados por su sed de "justicia", víctimas de la histeria colectiva, la horda infectada clama contra el poder Judicial. ¿El motivo? ¿denunciar su cuasi-inherente lentitud e ineficacia? No. La plebe se alza en armas tras ser admitidas a trámite 3 querellas que implican imputar por prevaricación a uno de los Iconos de la tribu: Garzón.

Nótese que hablamos de mera imputación, que no de sentencia o condena, lo que puede traducirse como que, según el rebaño de borregos, hay personas que no pueden ser imputadas por ningún delito merced a su intachable trayectoria previa. Hasta ahora, un ciudadano podía denunciar cualquier hecho que considerase delito y la Justicia se encargaba de decidir al respecto. Ahora no. Determinadas personas no pueden ser denunciadas, imputadas o juzgadas. Y esta idea se defiende, como es habitual, en nombre de la democracia. Quienes se permitan defender la igualdad ante la Ley de todos los ciudadanos no son más que unos franquistas nostálgicos y/o herederos del antiguo régimen. Sólo un fascista puede atreverse a imputar o juzgar a los nuestros. Los nuestros no cometen delitos. Y de hacerlo, es siempre por una buena causa. Una de nuestras causas. Así de simple.

Estos "demócratas" esperan que, cuando conviene a sus intereses, la venda caiga de los ojos de la Justicia. No lo considere el lector injusticia, sino más bien... justicia selectiva.

Y seguirán balando...

Hay que ser gilipollas.

2 de abril de 2010

Héroe reversible

El 2 de Agosto de 2008, nació un héroe. El personaje anónimo salió en defensa de una mujer agredida y tornó en celebridad al terminar en coma. Nobles y plebeyos admiraron entonces públicamente su hazaña, alabando generosos su valentía y virtud. Y no hubo rincón en el Reino que no conociese de su gesta y amargo final. Durante meses, la plebe lamentó la suerte del paladín, maldiciendo a los hados por depararle tan injusto destino. Así sufría el vulgo en eternos días de incertidumbre, temeroso de un trágico desenlace, implorando a los Dioses por la vida del campeón. Y en su magnanimidad, éstos se conmovieron hasta atender sus plegarias. Se obró el milagro. Despertó el héroe de su letargo y todos se regocijaron. Hubo festejos donde le agasajaron, regalándole palabras afectuosas y amables. Le ordenaron caballero y le fueron rendidos mil honores. Y así, regresaron al quehacer cotidiano. Y vivieron felices...

Hasta que un día, cuestionó el dogma y se acabó el cuento. El otrora icono de la lucha contra la violencia de género, vivo ejemplo de civismo democrático para niños y niñas, consideró un fraude la aprobación por consenso de la Constitución. Un apaño entre miembros de la Casta, un enjuague carente de legitimidad. Falsa democracia. Y se permitió además arremeter contra parte del espectro político, recordando indignidades de antaño.

Y entonces, el héroe fue repudiado. La grey recordó que, en realidad, sus hazañas no fueron tales, ni tanta su virtud. Al azar o el destino se debía su escaso mérito. No quedaba ya caballero sin tacha, sino vulgar maleante. Inocentes y sutiles rumores parecían revelar su auténtico rostro: el paladín era un rufián. Algunos clamaron por su destierro. Los más, exigieron la restitución de todo reconocimiento o presente. Y al tratar de explicarse, una lluvia de desperdicios mancilló para siempre su armadura. Así perdió nuestro héroe el favor del pueblo. Así descubrió el precio de encarnar un ideal.

31 de marzo de 2010

Éxodo

Empaquetaron cuidadosamente sus más preciadas miserias y huyeron felices, siguiendo un rastro de ocio y fritanga. Los ecos de la estampida aún se perciben en un débil murmullo. Queda la paz de los corrales vacíos, que no durará mucho. Mera fantasía, ilusión de libertad: las moscas también les aguardan en sus establos de temporada. Y muy pronto, vuelta al redil.

¿Éxodo o trashumancia?

Invisible a todos, el muro aguanta.

27 de marzo de 2010

Bushidō


Gi (Rectitud)
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico samurai no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.

Yuu (Coraje)
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurai debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.

Jin (Benevolencia)
Mediante el entrenamiento intenso el samurai se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos. Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.

Rei (Respeto)
Los samurai no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurai es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurai recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros.

Makoto (Honestidad)
Cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de "dar su palabra" no ha de "prometer" el simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción.

Meiyo (Honor)
El auténtico samurai solo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que tomas y cómo las llevas a cabo son un reflejo de quién eres en realidad. No puedes ocultarte de ti mismo.

Chuu (Lealtad)
Haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel. Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.

23 de marzo de 2010

Reality bites

Es una ventana al mundo real. Entendido éste no en el sentido de auténtico o veraz, sino como reflejo indirecto de lo que realmente importa. Lo que muestra la telepantalla [1] es referente y modelo para el rebaño, que adopta obediente pautas de conducta al dictado del plasma. Así, la realidad es recogida y posteriormente reproducida de forma distorsionada, influyendo y siendo a su vez influida merced a un continuo y perverso feedback [2].

19 de marzo de 2010

Manifiesto

Hoy ha sido aprobado el proyecto de Ley de Economía Sostenible (LES), ya remitida al Congreso de los Diputados para su discusión. Webmasters, bloggers e internautas en general publicaron hace tiempo un manifiesto en el que alertaban de las consecuencias que implicaría su entrada en vigor. Aunque consta de 10 puntos, es en los dos primeros donde realmente se exponen los argumentos por los que esta Ley jamás debería aprobarse, al menos tal y como está redactada:
1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
La gravedad del asunto trasciende el debate respecto a las web de descargas o el uso de contenidos con derechos de autor: con la tramitación de esta Ley se promueve la conculcación de derechos fundamentales, y su aplicación implicaría un gravísimo recorte de las libertades individuales de los ciudadanos.

10 de marzo de 2010

Pensar

pensar.
(Del lat. pensāre, pesar, calcular, pensar).
1. tr. Imaginar, considerar o discurrir.
2. tr. Reflexionar, examinar con cuidado algo para formar dictamen.
3. tr. Intentar o formar ánimo de hacer algo.



"Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde."

7 de marzo de 2010

Ausencia

Impertérrito, abandona el refugio. Suele hacerlo al enfermar de ausencia. Es entonces cuando camina solo. Llega a veces a traspasar los límites del yermo, hasta alcanzar sus lugares comunes. Allí donde la razón es proscrita y la voluntad dimite o claudica. Donde abreva y pasta el estulto: los dominios de la idiocia.

Inmóvil, al abrigo de una sombra, observa impávido campar al obtuso y humillarse al genuflexo. Obedientes, repiten pautas al dictado de una inercia estereotipada. Son autómatas esclavos, gregarios dependientes de rutina. Desertores del pensamiento.

Embozado tras la máscara, un día regresa. Percibe entonces el aroma maldito que delata su presencia. Un perfume de rencor, indisimulado capricho y secreta envidia. La fragancia del fracaso, de la cobardía. Están ahí, en el yermo. Rondan con su mirada fija en la fortaleza. Escrutando sus entradas, anhelando una alusión.

Eterno relato. Apelan al Deseo para servirse de un Sueño con el que soslayar realidad. Se imaginan con valor para decidir, sometiendo al Destino antes de abrazar la Muerte. Pero la Destrucción de su cómoda monotonía es el precio, y su redención, Delirio. Al final, sólo queda Desespero, nocturno tormento al cerrar los ojos en soledad.

Mas si se trata de un sueño, ¿acaso son Nada?
No. No son Nada.

ausencia.
(Del lat. absentĭa).
1. f. Acción y efecto de ausentarse o de estar ausente.
2. f. Tiempo en que alguien está ausente.
3. f. Falta o privación de algo.

20 de febrero de 2010

Cambiar

cambiar.
(Del galolat. cambiāre).

1. tr. Dejar una cosa o situación para tomar otra.
2. tr. Convertir o mudar algo en otra cosa, frecuentemente su contraria.
3. tr. Dar o tomar algo por otra cosa que se considera del mismo o análogo valor.
4. tr. Dirigirse recíprocamente gestos, ideas, miradas, sonrisas, etc. U. t. c. prnl.
5. tr. trasladar (‖ llevar de un lugar a otro).
8. intr. Dicho de una persona: Mudar o alterar su condición o apariencia física o moral.
9. intr. Modificarse la apariencia, condición o comportamiento.


17 de febrero de 2010

La llamada

[Voz Masculina]: Facultad de X, despacho Y.Z. ¿Digame?
[Voz Femenina]: Hola buenas, que llamo desde Asturias y que si me convalidáis las prácticas del año pasado.

[VM]: ¿Perdón?
[VF]: ¿No está la profesora B.?

[VM]: No, estos días está en París y no volverá hasta la próxima semana. Si tienes alguna duda sobre las prácticas de la asignatura probablemente yo pueda ayudarte...
[VF]: Es que yo el año pasado suspendí, pero aprobé las prácticas y quiero saber si me las guardáis para este año.

[VM]: Ummh... me temo que no es posible. En la guía de la asignatura dice claramente que las prácticas no se guardan de un año para otro.
[VF]: Ya pero es que a mí me dijo la profesora que me las iba a guardar.

[VM]: Me parece un poco raro, pero si tu lo dices... ¿Cuál es el problema entonces?
[VF]: Pues que a mi me dijo el año pasado que me las guardaba y no he vuelto a saber nada. Y si se ha olvidado, ¿qué? ¿Ahora cómo se yo que me las va a guardar?

[VM]: Vamos a ver... las prácticas no se guardan. Si dices que contigo ha hecho una excepción, entonces lo único que puedes hacer es llamar la próxima semana y recordárselo.
[VF]: Ya, pero si ahora no se acuerda o me dice que no, ¿qué?. Porque el plazo límite termina ya y entonces no me va a dar tiempo a hacerlas otra vez.

[VM]: Mira... la guía del curso dice que las prácticas no se guardan. Tienes dos opciones: o esperas a que vuelva y se lo recuerdas, o las repites y nos las envías de nuevo.
[VF]: Pero es que eso no puede ser, que antes me diga que si y ahora que no. Algún mecanismo de control tiene que haber para eso, ¿no? ¿quién controla a los profesores? No puedo estar segura de que vaya a cumplir su palabra.

[VM]: Pero vamos a ver... si te estoy diciendo que las prácticas no se guardan y que lo tuyo sería una excepción, ¿como vas a esperar ninguna garantía?
[VF]: Pero es que yo por ejemplo, soy funcionaria. Y a mi me controlan si hago algo mal. ¿Y quién controla a los profesores? Ahora se va de vacaciones* y yo me quedo así. Debería haber un control o algo para que cumplan su trabajo.

[VM]: No se cómo explicártelo... no puedes esperar que te firme ningún documento garantizándote que se va a saltar su propia norma, o algo así. Con ese control que dices, no te quepa ninguna duda de que tendrías que repetir las prácticas.
[VF]: Pues me parece muy mal... voy a llamar al decanato y al director del departamento!

[VM]: Que tengas suerte. ¡Buenos días!
M.S., Madrid
___________________________________
*Nota del Autor: la profesora B. se encontraba impartiendo una serie de cursos en Francia. Lamentablemente, a París no sólo se va de vacaciones.

14 de febrero de 2010

Richard Cory

Whenever Richard Cory went down town,
We people on the pavement looked at him:
He was a gentleman from sole to crown,
Clean favored, and imperially slim.

And he was always quietly arrayed,
And he was always human when he talked;
But still he fluttered pulses when he said,
"Good-morning," and he glittered when he walked.

And he was rich—yes, richer than a king,
And admirably schooled in every grace:
In fine, we thought that he was everything
To make us wish that we were in his place.

So on we worked, and waited for the light,
And went without the meat, and cursed the bread;
And Richard Cory, one calm summer night,
Went home and put a bullet through his head.
__________________________________________
'Richard Cory' de Edwin Arlington Robinson

11 de febrero de 2010

Máscara

máscara.
(Del it. maschera, y este del ár. masẖarah, objeto de risa).

1. f. Figura que representa un rostro humano, de animal o puramente imaginario, con la que una persona puede cubrirse la cara para no ser reconocida, tomar el aspecto de otra o practicar ciertas actividades escénicas o rituales.
2. f. Traje singular o extravagante con que alguien se disfraza.
4. f. Careta que se usa para impedir la entrada de gases nocivos en las vías respiratorias.
5. f. Pretexto, disfraz.
10. f. pl. mascarada (‖ festín).
11. f. pl. Festejo de nobles a caballo, con vestidos y libreas vistosas, que se ejecutaba de noche, con hachas, corriendo parejas.
12. com. Persona enmascarada.

quitarse alguien la ~.
1. loc. verb. Dejar el disimulo y decir lo que siente, o mostrarse tal como es.

8 de febrero de 2010

Integración excesiva

Quizá recuerde el lector que, hace algunos meses, la prensa española se hizo eco de la agresión que sufrió una chica musulmana en la localidad de Cunit (Cataluña, España) por parte un grupo de radicales islámicos. La joven Fátima Ghailan -mediadora cultural del ayuntamiento- no usaba velo, vestía a la manera occidental, se relacionaba con personas que profesaban otras religiones y osaba incluso conducir su propio vehículo. En definitiva, un modo de vida que no podía sino provocar las iras de los fans de Alá.

Tras fracasar diferentes estrategias que pretendían hacerla regresar al redil del profeta, como por ejemplo ofrecer a su marido la posibilidad de casarse con otra u organizar una recogida de firmas para que el Ayuntamiento la apartase de sus funciones de mediadora, el imán del municipio y la hija de éste decidieron tomar medidas y conminarla -al nada sutil modo islámico- a abandonar una vida excesivamente occidentalizada. Con tal vehemencia se empeñaron, que la joven mediadora y su marido tuvieron que refugiarse en un bar próximo huyendo de los golpes. Como resultado de tan desafortunado desencuentro, sendas denuncias cruzadas por injurias y cuatro marroquíes imputados por acoso.

Hasta este punto, diríase que poca idiocia hay en el relato... mas no se impaciente el lector ansioso, que en esta historia sobra:

3 de febrero de 2010

Galenos solidarios

La horda infectada está mostrándose especialmente activa los últimos días. Hasta tal punto, que resulta harto complicado mantener un ritmo de escritura que garantice un mínimo de actualidad a las crónicas. Pero en ocasiones, ante casos de extraordinaria estupidez, se hace necesario posponer otros asuntos relevantes aún a riesgo de no poder abordarlos en el futuro.

Se trata de Haití:

2 de febrero de 2010

Centinela

centinela.
(Del it. sentinella).
1. m. Mil. Soldado que vela guardando el puesto que se le encarga. Era u. t. c. f.
2. com. Persona que está observando algo.

29 de enero de 2010

Idiocia inversa (II)

Salto al andén antes de que las puertas del metro terminen de abrirse por completo y corro hacia las escaleras mecánicas: no puedo perder el próximo tren de cercanías. Conozco mi destino, pero no se qué línea debo tomar ni tengo idea de cuáles son sus horarios y andenes. Si tengo que comprar el billete en las máquinas expendedoras y consultar el mapa de la red, no llego. Eso seguro.
Creo recordar que en la parte superior de la estación hay un puesto de venta, así que me encomiendo a la Administración Española y rezo para que un funcionario dormite en su ventanilla. No es la hora del café (del café funcionario, se entiende) así que quizá haya suerte.
Al final de las escaleras mecánicas aparecen las palabras mágicas. En letras bien grandes: "Venta de Billetes". ¡Y ningún viajero esperando! ¿Mis plegarias han sido escuchadas?
Pienso: "Genial, así paso de las máquinas y además pregunto el número de línea y el andén. Me va a dar tiempo."

Ufano, me acerco a la cabina con aire triunfal. Tras el cristal, dos empleados se concentran en la cuenta de billetes. De dinero, no de los otros. Discuten entre ellos y en principio me ignoran. 30 segundos. Pasan muy, muy, muy, muy... despacio. Me decido a sacar dinero de la cartera con la esperanza de que, mientras tanto, se percaten de mi presencia. Al levantar la vista de nuevo, me enfrento a la mirada fija de los dos tipos. El más cercano primero frunce el ceño y después arquea su ceja derecha. Prepárate, amigo, parece que estás a punto de escuchar una tontería. Efectivamente:

"¿Porqué no vas a las máquinas? ¿No ves que estamos ocupaos?"

Si, eso mismo pensé yo.
Anónimo
_________________________________
Véase también: Idiocia inversa.

27 de enero de 2010

Bestiario

bestiario.
(Del lat. bestiarĭus).
1. m. En los circos romanos, hombre que luchaba con las fieras.
2. m. En la literatura medieval, colección de relatos, descripciones e imágenes de animales reales o fantásticos.


25 de enero de 2010

Derecho a copia

En su afanosa búsqueda de la excelencia, entiéndase la ironía, la última e ingeniosa aportación de la universidad española para la erradicación del mérito en el ámbito educativo acaba de surgir en Sevilla. A priori, el lector familiarizado con el normal discurrir de la vida universitaria juzgará difícil que algo pueda sorprenderle, pero nada es imposible para la horda infectada, que siempre se supera. Y es que la Universidad de Sevilla acaba de aprobar una normativa que garantice los derechos de los alumnos que copian en los exámenes. [1]

21 de enero de 2010

Idiotas según Los Simpson

Después de ver el programa especial "España según Los Simpson" de Antena 3, creo que la continuidad de este blog quizá carezca de sentido.

Bastan 10 minutos de visionado -soportando el bochorno y las náuseas- para entender hasta qué punto pueden llegar a hacer el ridículo los "personajes mas representativos" de la sociedad española. Hablamos de un auténtico hito en la historia de la idiocia en España: miembros de la casta política, el arte y la kultura pronunciando tontería tras tontería -en una interminable retahíla de absurdos e incoherencias- sin distinción de ideología, profesión u origen social. Lo más preocupante es que, efectivamente, estos individuos representan, intelectualmente hablando, al español medio.

Desde la generosidad, tal cúmulo de memeces puede considerarse inocuo cuando proviene de la mafia kultural, pero resulta en cambio alarmante cuando se convierte en el discurso habitual de los Mariano Rajoy, Pepiño Blanco, Leire Pajín, Federico Trillo, Pedro Zerolo, etc.

Se muestra de forma cruel y descarnada el nivel intelectual de quienes nos desgobiernan y de aquellos que se postulan como alternativa. Su palmaria indigencia intelectual es ya un insulto intolerable.

Si, el programa "era broma".

Sus estupideces eran las de siempre.

19 de enero de 2010

La hebilla

El reciente análisis del fenómeno de idiocia inversa o proyección de idiocia ha revelado la enorme utilidad de los testimonios como herramienta didáctica y descriptiva. Al relatarse en primera persona, estos casos representativos -cuando no paradigmáticos- de la pandemia pretenden una lectura cómplice que facilite la comprensión del mensaje. Convencidos de su eficacia, algunos intrépidos lectores se han decidido a utilizar el exitoso formato para relatar diferentes experiencias en el ámbito de la estupidez global.

A continuación se reproduce el primero de ellos, por supuesto verídico, tal y como se ha recibido de su autor:

15 de enero de 2010

Idiocia inversa

Es probable que, en alguna ocasión, el lector haya sufrido una de las situaciones que el contacto con infectados provoca con mayor frecuencia: la idiocia inversa. [1]

En este tipo de encuentros, el enfermo proyecta su propia estupidez sobre el desprevenido superviviente. El fenómeno se caracteriza por ser absolutamente impredecible, ya que se produce en los momentos y lugares menos esperados. Al tratarse de una conducta emitida por especímenes de apariencia normal, resulta difícil de anticipar incluso para el superviviente experto. Es ahí donde radica su peligro. La experiencia resulta sumamente desagradable, causando a la víctima una sensación de impotencia y desazón que en casos especialmente graves puede llegar a prolongarse incluso semanas.

El siguiente testimonio, verídico, describe un ejemplo:

12 de enero de 2010

Idiosincrasia

El más capullo de mi clase (¡que elemento!)
llegó hasta el Parlamento
y, a sus cuarenta y tantos años,
un escaño
decora con su terno
azul de diputado del gobierno.

Da fe de que ha triunfado
su tripa, que ha engordado
desde el día
que un ujier le llamó su señoría
y cambió a su mujer por una arpía
de pechos operados.

Y sin dejar de ser el mismo bruto
aquel que no sabía
ni dibujar la o con un canuto.

El superclase de mi clase (¡que pardillo!)
se pudre en el banquillo
y, a sus cuarenta y cinco abriles,
matarile,
y a la cola del paro
por no haber pasado por el aro.

Vencido, calvo y tieso
se quedó en los huesos
aquel día
que pilló a su mujer en plena orgía
con el miembro del miembro (¡que ironía!)
más tonto del Congreso.

Y sin dejar de ser el mismo sabio
que, para hacer poesía,
sólo tenía que mover lo labios.

Joaquín Sabina.
El blues de lo que pasa en mi escalera (1994).


idiosincrasia.
(Del gr. ἰδιοσυγκρασία, temperamento particular).
1. f. Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una colectividad.

10 de enero de 2010

"Ecofanatismo"

A raíz de la detención en la Cumbre de Copenhague de un grupo de ecologistas hace unas semanas, se creó una polémica respecto a lo pertinente de la actuación no sólo de estos autodenominados activistas climáticos sino también de policía y gobierno daneses. Mientras algunos juzgaban del todo lógica la detención de los miembros de Greenpeace, otros consideraban absolutamente intolerable su retención. Estas dos posiciones no son necesariamente incompatibles, puesto que hay que ser realmente muy cretino para organizar una performance "sorpresa" en una cumbre de líderes mundiales y esperar no ser detenido. En cambio, si cabe discusión en lo referente a la duración y formas en las que se ha producido la retención de los ecologistas. Así, debatir respecto a si se les ha dispensado un trato diferencial consecuencia de la repercusión mediática de su acción tiene bastante más sentido. En cualquier caso, la mayor parte de la controversia se desarrolló, como es habitual, enfrentando dos posturas que hablaban de cosas totalmente distintas.

Como era de esperar, una noticia de tal calado no podía sino provocar la rápida y contundente reacción de gran parte de la horda infectada, que en su inmensa mayoría optó por adherirse incondicionalmente a la causa ecologista. En este punto, huelga aclarar que su rol como tales se relaciona con los argumentos utilizados para defender su postura, no con sus ideas respecto a la conservación del planeta. En líneas generales, aullidos y balidos se centraron en denunciar lo injusto de la detención de aquellos cuyo loable objetivo no es otro que Salvar el Planeta. A partir de tan simple razonamiento, puede consumarse la falacia: confundir interesadamente el fin con los medios. El truco permite sostener que los ecologistas fueron detenidos por manifestarse en defensa de la tierra y no por falsificar documentos, entre otros delitos. Adquieren así una cualidad de mártires que se esgrime posteriormente como argumento para defender que la Justicia debe tener en cuenta el objetivo de una acción antes de juzgarla. Véase el siguiente ejemplo:

7 de enero de 2010

Soledad

soledad.
(Del lat. solĭtas, -ātis).
1. f. Carencia voluntaria o involuntaria de compañía.
2. f. Lugar desierto, o tierra no habitada.
3. f. Pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo.



 Ilustración de mika-a en deviantART


"La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes"
Arthur Schopenhauer

6 de enero de 2010

"Postmachismo"

Entre otras características, la dictadura de lo políticamente correcto destaca por su capacidad para modificar la semántica, adecuándola a su discurso con el fin de hacer accesible el mensaje incluso a las mentes más simples. Aunque la inmensa mayoría de sus aportaciones al lenguaje se limitan a vaciar de significado las palabras o a la creación de otras que "definan" conceptos igual de vacuos, la creación de esta terminología dista mucho de ser anecdótica o inocente. Desde un punto de vista pragmático, tiene sentido en cuanto resulta doblemente útil: sirve tanto de elemento de cohesión entre iguales, como para investir al discurso de un supuesto halo académico o intelectual.

El siguiente artículo opinión publicado en el diario Público sirve de ejemplo: en el ámbito de la violencia de género, una de las fuentes de fanatismo irracional más activas en la actualidad, se utiliza un término de nuevo cuño para pontificar respecto a la pertinencia de la discriminación positiva como vía para alcanzar la "igualdad".

El artículo se reproduce a continuación y los [shots] pueden encontrarse al final del mismo.

5 de enero de 2010

Desayuno solidario

Bautismo de fuego.

La entrevista en el diario El País publicada ayer, constituye un claro ejemplo de los devastadores efectos que está produciendo la pandemia. Organizaciones "solidarias" no gubernamentales, instituciones dedicadas a la cooperación y mundo del periodismo, son sectores especialmente afectados. La entrevista se reproduce íntegramente a continuación, añadiéndose los comentarios [shots] correspondientes al final de la misma. Es recomendable una primera lectura que ignore los [shots].

4 de enero de 2010

Defensa

defensa.
(Del lat. defēnsa).
1. f. Acción y efecto de defender o defenderse.
2. f. Arma, instrumento u otra cosa con que alguien se defiende en un peligro.
3. f. Amparo, protección, socorro.
4. f. Obra de fortificación que sirve para defender una plaza, un campamento, etc.
6. f. Mecanismo natural por el que un organismo se protege de agresiones externas.

Pudiera parecer al lector ingenuo que defender una posición fortificada no es, a priori, la más valerosa forma de combate. A pesar de que los habitantes de Numancia, Masada o Zaragoza, por ejemplo, se encargaron hace tiempo de demostrar lo erróneo de la idea [1], los más contaminados por la cultura contemporánea cinematografía norteamericana pensarán que atacar abiertamente al enemigo, a ser posible en circunstancias de manifiesta inferioridad, es sin duda mucho más admirable y digno de alabanza [2]. Responder a la situación de desventaja con una maniobra ofensiva se asocia normalmente al heroísmo y demás conceptos positivos, mientras que decantarse por una estrategia defensiva puede relacionarse de forma errónea con cobardía y falta de coraje. Resulta cuando menos llamativo encontrar estas diferencias en la percepción de los conceptos ataque-defensa en una sociedad que promueve explícitamente la pasividad no-beligerancia y condena, teóricamente, cualquier actitud belicosa.

En cualquier caso, este tipo de valoraciones carecen de base objetiva dado que, a lo largo de la Historia, se han producido humillantes derrotas del atacante consecuencia no sólo de brillantes acciones defensivas [3] sino también de desastrosos movimientos ofensivos [4]. Además, esta forma de pensamiento resulta doblemente paradójica puesto que defender suele ser normalmente la única opción racional ante unas condiciones desfavorables [5]. Por tanto, desde un punto de vista pragmático es absurdo discutir sobre la hipotética superioridad de una u otra forma de combate: el objetivo debe ser decidir cuándo utilizar cada una de ellas. El mérito se encuentra en la capacidad de analizar cuidadosamente todas las respuestas posibles para elegir la óptima o más adecuada según el contexto.

¿Defensa? Claro.

Desde aquí pueden oirse alaridos inanes.

Son las voces de los necios.

Pronto llegarán los primeros.

Espero.



Ilustración de Robin de Goede

[1] A pesar de su trágico final, convendrá el lector que la valentía de los defensores en estos tres asedios queda fuera de toda duda y no puede cuestionarse. Véase también la nota [3].

[2] Sirvan como ejemplo las muy emotivas aunque absurdas cargas de caballería mostradas en El Último Samurái o El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey.

[3] Defensas exitosas y excepcionalmente meritorias, como las llevadas a cabo por Cayo Julio César en Alesia o D. Blas de Lezo en Cartagena de Indias, merecerán mención expresa en un futuro.

[4] Resulta inevitable hacer referencia a la Batalla de Balaklava, cita especialmente adecuada considerando su similitud con los ejemplos de la nota [2]. Nótese además la enorme influencia que la versión cinematográfica de este hecho histórico, un auténtico clásico, ha ejercido en la historia del cine.

[5] Consulte el lector las obras de Sun Tzu o Karl von Clausewitz.

3 de enero de 2010

Delirio

Sólo han pasado unas horas, no esperaba encontrar supervivientes tan pronto. Aunque, en realidad, ha sido ella quien me ha encontrado. Delirio. Dice que ese es su nombre. Quizá sea especial por honesta, no por delirar. Al fin y al cabo, ¿quién no ha visto alguna vez su razón perturbada como efecto de la pasión?


Ilustración de Javier G. Pacheco

delirio.
(Del lat. delirĭum).
1. m. Acción y efecto de delirar.
3. m. Psicol. Confusión mental caracterizada por alucinaciones, reiteración de pensamientos absurdos e incoherencia.

1 de enero de 2010

El comienzo: Fortaleza

fortaleza.
(Del prov. fortalessa).
1. f. Fuerza y vigor.
2. f. En la doctrina cristiana, virtud cardinal que consiste en vencer el temor y huir de la temeridad.
3. f. Defensa natural que tiene un lugar o puesto por su misma situación.
4. f. Recinto fortificado, como un castillo, una ciudadela, etc.

Luchar contra la estupidez saltando de trinchera en trinchera ya no era suficiente. En un principio, bastaba con rebatir puntualmente la tontería de turno allá donde ésta surgiese, pero eso duró muy poco. Pronto se demostró que los acólitos de la idiocia campaban a sus anchas en la red, ondeando con insolencia sus variados y coloridos pendones. Cada vez resultaba más difícil evitar que una opinión argumentada fuese enviada al limbo de los comentarios con un simple click. Así, combatir a las huestes del papanatismo y lo políticamente correcto en su propio terreno se antojaba arduo e infructuoso. Una empresa abocada al fracaso. Era imprescindible cambiar radicalmente de estrategia.

Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza. Si haces que los adversarios vengan a ti para combatir, su fuerza estará siempre vacía. Si no sales a combatir, tu fuerza estará siempre llena. Este es el arte de vaciar a los demás y de llenarte a ti mismo. El Arte de la Guerra, Cap. VI - Sobre lo lleno y lo vacío.